El decidir hacer un doctorado es una decisión de vida, la cual toman solo unos pocos. Según las estadísticas, menos del 1% de la población mundial tiene un PhD.
El perfil de un estudiante de Doctorado es muy peculiar y exigente. Son profesionales con un ferviente deseo por satisfacer su curiosidad intelectual. Con gran determinación por aprender el porqué de las cosas que suceden, además de gran capacidad de análisis y vocación.
Pero, sin duda, otra de sus características es el vivir con estrés y mucha presión. Sabemos que el embarcarse en estudios de Doctorado suponen un gran reto intelectual, que exige de mucho tiempo de dedicación y entrega.
El estrés académico podría ser definido como el grado de desequilibrio percibido por los estudiantes entre las exigencias que se les plantean y las capacidades de los mismos para hacer frente a estas exigencias.
Según un artículo publicado por https://www.sciencedirect.com/ uno de cada dos estudiantes de doctorado experimenta angustia psicológica y uno de cada tres está en riesgo de un trastorno psiquiátrico común.
En muchas oportunidades el estrés es el obstáculo más grande a superar para tener éxito durante los estudios de doctorado.
Podríamos decir que, en líneas generales, entre los principales miedos de los estudiantes de Doctorado se encuentran:
No tener fondos para su investigación.
Muchos estudiantes que se embarca en investigaciones de PhD dejan de trabajar para poder dedicarse tiempo completo a sus estudios. Aunado a esto, dependen de fondos, públicos o privados para poder llevar sus investigaciones. Estos fondos son finitos, por lo que el estrés de administrar el presupuesto, académico y personal, afecta a la mayoría de los estudiantes.
No cumplir con tiempos de entrega.
Los estudios de doctorado se basan en investigaciones y entregas de ensayos y manuscritos. Estas continuas entregas, muchas veces, se ven saboteadas por el perfeccionismo, las dudas y por qué no, el síndrome del impostor que te hace pensar que tu publicación no tiene suficiente basamento. Lo que produce que los estudiantes inviertan mucho tiempo escribiendo (una y otra vez), teniendo las fechas encima.
No graduarse.
Lo demandante del programa, así como las presiones económicas que pueden ser parte de mantenerse durante los años de estudio y financiarse, presentan constantemente el miedo a no lograr el objetivo de recibirse.
No estar preparado para el mercado laboral
El pasar tantos años investigando hacen que el mundo exterior, o vida de postdoctorado, sea un lugar desconocido y poco seguro; causando gran incertidumbre.
¿Qué hacer si se sospecha de estrés académico?
1. Reconocer o detectar estos riesgos para la salud mental.
Ya sea estrés, ansiedad o depresión, todo esto puede afectar significativamente su desempeño.
2. Tener control de la salud mental. No dejes que el estrés, la ansiedad o la depresión te superen.
3. En caso de estar pasando por esta situación, aceptarlo y buscar ayuda profesional.
Y ¿Cómo manejar el estrés que todo esto conlleva?
Muchas estudiantes abandonan su doctorado por la presión, por ello es muy importante que:
● Elijas adecuadamente el tema a investigar, así como el método y enfoque. Esto te ayudará a siempre estar seguro de tu decisión.
● Al momento de elegir tu tutor de tesis, busca a una persona en la que confíes y que sepas que realmente te va a acompañar durante el camino, ya que la investigación de doctorado suele ser una aventura solitaria y el contar con un mentor que te apoye es vital.
Es normal que durante la travesía los estudiantes se pregunten si lo que realizan vale la pena o es de valor, por ello el tener una base fuerte que te recuerde siempre el por qué empezaste es fundamental.
Ten siempre presente:
1. Por qué estás haciendo el doctorado. Enlista 3 razones de por qué estás allí y tenlas visibles.
2. No seas tan duro contigo mismo. Sabemos que la exigencia es parte de ti, pero siempre recuerda que es mejor un buen trabajo entregado a uno excelente sin entregar.
3. Tómate lapsos de tiempo para concentrarte en tus objetivos de doctorado. Estos bloques de tiempo te ayudarán a enfocarte sin distracciones.
4. Comienza a buscar trabajo 1 año completo antes de la graduación. Piensa muy bien qué quieres hacer, si te quieres ir por el mundo académico o corporativo y comienza a tejer redes.
En este último punto, es importante que tengas la tranquilidad de que el tener estudios de doctorado abrirá muchas oportunidades a nivel laboral.
¿Sabías que en USA el 98% de las personas con estudios de maestría y/o doctorado tienen un trabajo estable?
Si alguna vez dudas de si este tiempo de sacrificio vale la pena, te aseguramos con números que sí. Solo 2 personas de cada 100 en Estados Unidos con maestría y/o doctorado están desempleadas.
Tasa de desempleo en Estados Unidos de 1992 a 2018, por nivel educativo
Source: https://es.statista.com/