Los buenos líderes son aquellos que se recuerdan siempre como grandes mentores. A quienes sus compañeros de equipo, sin importar la posición que hayan compartido con ellos, regresan en busca de un consejo. Todos tenemos ese ex jefe que ha marcado nuestra carrera profesional, de forma positiva.
Estos líderes, para llegar a esa posición de estima, han cultivado su personalidad para lograr siempre mantenerse activos e ilusionados por su carrera profesional, buscando retos que los mantenga siempre vivos, desarrollando sus fortalezas y mejorando en sus áreas de oportunidad.
Un buen líder debe trabajar estos 3 aspectos, que le permitirán ser un excelente rol modelador.
1. La Motivación
Los gerentes tienen entre sus responsabilidades muchas áreas, pero ¿qué es lo que realmente les motiva?
El informe “State of the Manager 2021” encontró que los gerentes tienen significativamente más probabilidades de encontrar motivación al hacer un trabajo desafiante que coincida con sus habilidades (41%) y sentirse confiables para tomar decisiones relacionadas con el trabajo. Construir relaciones positivas con colegas también es importante para ellos, con un 16% diciendo que esto es un motivador”.
2. Los Conocimientos
Ante la pregunta ¿Y qué esperan los integrantes de un equipo de sus gerentes?
El mismo reporte indica que: “Los empleados que ven buenas oportunidades para aprender y crecer tienen 2,9 veces más probabilidades de comprometerse que aquellos que no las ven”.
Un gerente que comparte con sus compañeros, sin importar la posición que ocupen dentro de la empresa sus conocimientos y tome tiempo para poder enseñar a sus compañeros lo que sabe, se convierte en un entre muy valioso para la organización y para sus compañeros. Un agente de cambio que logra mantener un excelente clima laboral.
3. La Pertenencia
El mismo estudio revela que aquellos gerentes que fomentan un sentido de pertenencia, generan en los miembros del equipo hasta cinco veces más probabilidades de participar.
De hecho, gran parte de la cultura empresarial se ve impactada por la actitud de los gerentes y de cómo generan en sus pares y empleados ese sentimiento de pertenencia capaz de mover una empresa.
El ser un buen líder requiere de mucha preparación, de tener una actitud abierta y proactiva hacia la vida, que le permita crecer y formar parte, trabajando en equipo para un bien común.