Después de los 35 años, muchas personas que estudian y trabajan se hacen una pregunta constante: ¿Realmente vale la pena invertir años de estudio sin ver un aumento inmediato en el salario? Si usted quiere que sus metas personales y financieras, sus responsabilidades y sus ambiciones profesionales generen un impacto claro y concreto, es natural que se cuestione: si mi ingreso no aumenta después del doctorado, ¿Cómo me voy a sentir? ¿Qué voy a hacer en el tiempo restante?
Para muchos, la motivación principal es el dinero. Y aunque es importante, no siempre es la medida más justa del éxito. En muchos casos, el retorno de un doctorado no llega en forma de cifras, sino como un cambio profundo que transforma la manera en que uno se posiciona, piensa y aporta valor en su entorno. Esto es ideal porque va mucho más allá de solo trabajar por dinero, si no por un verdadero propósito de vida.
No todos los resultados se obtienen de inmediato
Es importante reconocer que al realizar un doctorado no significa que tendrás las puertas abiertas desde el inicio. Aunque es un grado de valor y muy tomado en cuenta, la realidad es que el reconocimiento social o laboral no llega tan rápido, como en toda profesión o especialización hay que comenzar paso a paso.
Los datos estadísticos muestran que en varias regiones de América Latina, los incrementos del salario promedio, para aquellas personas con doctorado, no es significativo como se aspira. Asimismo, según datos de la Unesco y Cepal el 70% de los doctores que viven en países de ingresos medios, tienen salarios semejantes en los primeros 2 años, después de cursar el doctorado.
También se puede observar lo inapreciable y la lentitud en la modificación salarial en las áreas de investigación académica y educación pública. Eso no significa que un doctorado no sea interesante en la vida de una persona, sin embargo, se debe analizar cuál es el verdadero éxito profesional.
Lo que no te cuentan: las verdaderas transformaciones
Un doctorado puede significar mayores ingresos, aunque no de inmediato; lo más importante es su voz, el impacto de sus decisiones y el control de su tiempo. No obstante, existentes otros elementos destacables como los mencionados a continuación:
Sentido de propósito
Al realizar un doctorado, no solo ganará mayor conocimiento sobre el área a estudiar, sino que tendrá una misión de contribuir, investigar y crear, dejando un legado para la satisfacción personal y profesional.
Ser tomado en cuenta y mayor reputación.
Cuando se trata de un doctorado, su opinión es importante e impactante. Usted inspirará un alto grado de confianza entre colegas, instituciones, clientes y amigos.
Conexión sin frontera
En el momento que usted decida realizar un doctorado presencial u online, se vinculará con docentes, estudiantes de otros países, expertos, y culturas diferentes. Esa conexión te abrirá el camino para generar grandes oportunidades en el proceso e incluso después de la finalización.
Libertad a nivel profesional
Con un doctorado no es necesario depender de un jefe o institución. Usted puede decidir combinar varias fuentes de ingreso como emprender, asesorar, y enseñar.
Crecimiento personal y sentido de resiliencia
Terminar un doctorado es un éxito que cambia tu forma de pensar, involucrarse emocionalmente en procesos extensos, capacidad para resolver problemas difíciles y lo más importante; tener la fuerza emocional para sobrellevar procesos largos.
Testimonios de inspiración
Un legado de honor: La vida de Karyou Marblow dio un giro profundo tras la muerte de su padre, consecuencia de una hipertensión no tratada, agravada por la difícil situación que vivía su comunidad. Con el tiempo, esa pérdida lo llevó a tomar una decisión que marcaría su camino: realizar un doctorado en Filosofía en Salud Pública.
“Antes de comenzar mis estudios en AIU, regresé a mi pueblo natal para iniciar un programa de salud y ayudar a personas con problemas de tensión. El doctorado me brindó las herramientas necesarias para tener la capacidad de asistir realmente a quienes lo necesitan.”
Más allá del dinero: Jacqueline Cox Taylor es una experta en Educación Especial proveniente de Australia, que decidió dedicar su vida profesional a realizar cambios significativos en la forma que se ofrecía educación especialmente a niños neurodiversos. Su motivación principal no fue un aumento salarial o reconocimiento económico, sino un pensamiento que tenía muy presente, la educación debe adaptarse a la persona y no al revés.
Con muchos años de experiencia trabajando con niños con necesidades especiales, Jacqueline encontró en AIU el espacio ideal para profundizar sus conocimientos y obtener su Doctorado en Educación Especial. Desde entonces, su trabajo se ha centrado en defender modelos educativos personalizados, terapéuticos y sin prejuicios, donde cada niño pueda aprender desde su experiencia única, sin importarle mucho las cifras que obtenga por ella, solo impactar de manera positiva desde la inclusión.
Más allá del curriculum
La transformación que brinda un doctorado tiene mucho que ver con cómo una persona se percibe a sí misma. Y eso, en muchos casos, termina siendo más valioso que el título en sí. Usted puede dejar de ser un trabajador promedio para convertirse en un especialista que actúa con seguridad en su campo. Esa evolución impacta directamente en cómo lo ven los demás y en la forma en que enfrenta los desafíos del día a día.
Esta nueva versión de sí mismo enriquece su capacidad para tomar decisiones profesionales, evitando conformarse con oportunidades poco estimulantes y, en cambio, eligiendo caminos más alineados con una visión clara, que ayuda a evitar errores innecesarios.
Manteniendo su convicción
Son muchos los sueños que se tienen cuando se inician los estudios superiores, tales como mejorar el mundo y la comunidad, hacer proyectos importantes; pero al transcurrir el tiempo y tener a cargo varias responsabilidades, las ilusiones y aspiraciones se van tornando un poco confusas. No obstante, un doctorado con propósito y conciencia puede conectar con estos principios y convicciones, desde una sabiduría más realista y efectiva.
Lo mejor que le puede ocurrir es que una vez realizado esas ilusiones y aspiraciones se pueden concretar de forma más viable y sustentadas en investigaciones que aporten un cambio positivo a un entorno o sociedad.
¿Y la retribución económica? Llega, pero de otra forma
Pese a que no todos los trabajos aumentan el salario por usted tener un doctorado, el mismo le abre las puertas a nuevas formas de poder monetizar su conocimiento, tales como:
Asesorías especializadas
Consultoría internacional
Publicaciones académicas o divulgativas
Conferencias o programas online propios
Participación en proyectos de impacto social o científico
Recuerde que el cambio no siempre se refleja en los números, sino en la capacidad que adquiere para poder generar ingresos propios en cualquier momento.
¡Cambie su perspectiva y cambiará su vida!
Muchas veces, lo que realmente importa es tener claro quién se es y qué se quiere aportar a la sociedad. No todos los que estudian un doctorado lo hacen para ganar más, pero quienes lo hacen con un sueño claro o con un verdadero propósito terminan ganando mucho más que dinero.
Obtenga nuevas experiencias, amistades, encuentros, transformaciones en su entorno y en la sociedad. Además, usted podrá encontrar crecimiento, libertad y nuevas formas de construir su futuro.
No lo piense demasiado, si quiere realizar un cambio transformador en su vida, lleno de valor y convicción, un doctorado es lo que necesita.